Odontología en el ámbito deportivo
Los deportistas y atletas, necesitan tener no sólo como la frase dice: “mente sana en cuerpo sano”, sino también y en forma importante, “boca sana”.
Lo primero que nos preguntamos es, ¿qué tiene que ver el deporte con la odontología?
Aparentemente, no guardan relación alguna, sin embargo, hoy en día, se ha vuelto una simbiosis muy relevante, no tan sólo como algo obvio en una lesión bucal por un accidente deportivo, sino su mayor importancia, son los resultados de investigaciones científicas que avalan la relación estrecha de la salud bucal y el rendimiento deportivo.
Es decir, la boca es la sede de una gran variedad de microorganismos, cuando éstos encuentran las condiciones idóneas, provocan patologías, que pueden ser directamente en los tejidos y órganos de la cavidad bucal o incluso, afectar a distancia de su origen a otros órganos y tejidos una vez que han tenido acceso al torrente sanguíneo para llegar y provocar trastornos, como por ejemplo, en el sistema cardiovascular, hígado, nuestro sistema muscular, sistema digestivo, sistema respiratorio, articulares, influir en la diabetes, disfunción eréctil, entre otros.
En el ámbito deportivo no se ha dado la importancia con su ahora estrecha relación de salud bucal, al hablar de los distintos tipos de deportes, solo imaginamos las posibles emergencias que pueden producirse en caso de traumatismos bucodentales a la hora de la acción en dicho entrenamiento o campo de acción, sin embargo, su trascendencia es superior a los accidentes durante su ejercitación que a continuación explico.
Problemas bucodentales íntimamente relacionados y que ponen en jaque la salud deportiva
Uno de los problemas principales en boca, es la placa dentobacteriana, donde la ciencia basada en evidencia ha probado que también es sustancial en los atletas, ya que las 615 especies de bacterias que se encuentran en ella según investigaciones de la Escuela de Medicina Dental de Harvard; con aproximadamente 100 millones de bacterias por cada ml de saliva, entre este cóctel pueden provocar enfermedades periodontales y caries, logrando que nuestro organismo responda con un proceso inflamatorio por una higiene incorrecta, descuidada o nula. Dicha inflamación se lleva a cabo con la liberación de prostaglandinas e interleucinas entre otras, favoreciendo el traslado de bacterias que se filtran a través de las encías al torrente sanguíneo, alojándose en los distintos tejidos como muscular y articulaciones provocando astenia, que consiste en una fatiga o debilidad generalizada impidiendo el desarrollo habitual y correcto del entrenamiento físico, que se traduce como un cansancio físico prematuro. La contracción-relajación se ve afectada lentificando la reacción muscular produciendo fatiga, desencadenando desgarres; encontrándose las articulaciones también afectadas con inflamación y desgastes, dolores en los tendones, como también afecta a través de trombos al sistema cardiovascular.
Es más frecuente de lo imaginado que problemas bucales imperceptibles provoquen malos rendimientos en los atletas, gimnastas, gracias a las investigaciones de la biología molecular, se ha puesto en evidencia que los procesos inflamatorios bucales son los responsables de afecciones en los deportistas, reduciendo su rendimiento, incluso declive deportivo.
Otro problema poco apreciado y de elevada importancia odontológica, es la mialgia, que comprende el dolor muscular de cuello, espalda, músculos masticatorios, considerando que aproximadamente un tercio gira en torno a problemas bucales, que van desde la mal posición dental como mordida cruzada, interferencias oclusales, síndrome de Costen, artritis reumatoide en la articulación temporomandibular, edentación –que es la falta de piezas dentarias–, que ocasiona desequilibrio masticatorio y postural.
Los deportistas suelen tener una ingesta alta en hidratos de carbono sobre todo en bebidas para hidratarse, con tiempos largos, en los cuáles no hay una higiene de ingesta a ingesta al encontrarse en desarrollo de su actividad física, favoreciendo a microorganismos en la colonización de placa dentobacteriana, traduciéndose esto, en posible desarrollo de problemas periodontales y caries con las consecuencias ya mencionadas.
La relevancia que toma la edentación o falta de piezas dentarias que se agrava cuando el número de piezas faltantes va en aumento, esto implica una deficiente masticación y por consecuencia repercute en el aparato digestivo, el estómago es forzado a realizar parte del trabajo no realizado por los dientes que no posee el deportista, ralentizando la digestión y aumentando el gasto energético, disminución de asimilación nutritiva, que para compensar el aspecto energético, requerirá de un aumento de bebidas hidratantes con hidratos de carbono, creando un círculo sinfín, conllevando la falta de productividad en el atletas y deportistas.
Todo deportista y atleta, al desarrollar su actividad física, suele en múltiples ocasiones, apretar y rechinar los dientes, ejerciendo una tensión sobre las piezas dentales que se transmite a tejido óseo, muscular, articular, que se traduce en presión perjudicial prolongada y como resultado mialgias (dolor muscular) en músculos masticatorios, del cuello, espalda, que se va expandiendo conforme se prolonga dicha situación en el paso del tiempo de semanas, meses, incluso años. El daño se va perpetuando al no atender la causa, que a su vez, tiene por añadidura, por sobrecarga oclusal, lesiones en los órganos dentales, como dolor, desgaste y microfracturas dentales en muchas ocasiones, produciéndose abfracción –pérdida de tejido dental por tensión excesiva muscular por tiempos prolongados–.
Problemas musculares como mialgias, caries, problemas de oclusión, periodontales, síndrome de Costen, infecciones dentales que se convierten en focos infecciosos transferidos por sangre, que pueden repercutir a órganos distantes de la boca, interfiriendo o provocando patologías en vasos sanguíneos, corazón en caso de endocarditis bacteriana, afectación al sistema nervioso como calambres. Sin duda alguna, como también los trastornos orales presentes en los traumatismos en dichas actividades físicas.
Existen deportistas o atletas que no logran superar las alteraciones musculares a pesar de sus constantes tratamientos fisioterapéuticos, mejorando al erradicar sus problemas bucales. Por ello, en conjunto con la fisioterapia, podemos dar un tratamiento eficaz y oportuno en actividades deportivas. En pacientes testados antes y después de sus tratamientos bucales, arrojan mejoras cuando los focos infecciosos y lesivos proceden de boca.
Es un hecho, la necesidad imperante, de un tratamiento preventivo y curativo bucodental de las distintas patologías presentadas en deportistas y atletas, proporcionándoles tratamientos eficaces y efectivos bucales, logrando mantener y/o restaurar su rendimiento físico en los afecciones, donde las patologías bucales interfieren y son la causa o contribuyen para los mencionados padecimientos.