TRASTORNOS POR “ATRACÓN”
Habitualmente, cuando hablamos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) nos viene a la mente la anorexia y la bulimia pero estos van mucho más allá, abarcan otro tipo de trastornos que también necesitan de toda nuestra atención por el sufrimiento psicológico que suponen y las complicaciones físicas que conllevan con el paso del tiempo.
De todos estos trastornos nos centraremos ahora en el Trastorno de Atracones, trastorno multidimensional, que al igual que el resto de los trastornos, es originado por factores biopsicosociales.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE TRASTORNO DE ATRACONES-DSM 5
A. Episodios recurrentes de atracones de comida. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos siguientes:
- Ingestión, en un periodo determinado, de una cantidad de alimentos que es claramente superior al que la mayoría de las personas ingerirían en una población normal en un período similar en circunstancias parecidas.
- Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio.
B. Los episodios de atracones se asocian a tres (o más) de los hechos siguientes:
- Comer mucho más rápidamente de lo normal.
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
- Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente.
- Comer solo debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere.
5. Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado
C. Malestar intenso respecto a los atracones
D. Los atracones se producen, de promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses
E. El atracón no se asocia a la presencia recurrente de un comportamiento compensatorio inapropiado como en la bulimia nerviosa y no se produce exclusivamente en el curso de la bulimia nerviosa o la anorexia nerviosa.
Las personas con este tipo de trastorno suelen presentar al mismo tiempo otro tipo de trastornos del estado de ánimo, depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático… que hace que los atracones sean considerados como algo secundario a estos. Sienten que no tiene el control sobre su conducta y muchas veces son recriminados, por su entorno cercano y por ellos mismos, por su falta de “fuerza de voluntad”. En realidad, lo que refleja es un déficit en sus habilidades para hacer frente a las demandas de la vida diaria viéndose sobrepasados por estas y enfrentando de esta manera sus sentimientos, emociones, miedos e inseguridades.
Los alimentos elegidos tienen un componente adictivo, tras su consumo el cerebro segrega dosis elevadas de dopamina y serotonina, que producen una sensación inmediata muy gratificante de bienestar, ayudándolos a controlar el estrés, su malestar emocional… Se seleccionan los alimentos que van a ser ingeridos, que suelen ser de alto contenido calórico, con muchos azúcares y carbohidratos. Tras el episodio aparecen sentimientos de arrepentimiento, angustia, culpa, pensamientos negativos sobre uno mismo… aumentando los niveles de ansiedad y haciendo más probable la aparición de un nuevo episodio
Muchas personas acuden a distintos especialistas para bajar de peso ya que debido a su conducta alimenticia inapropiada, frecuentemente pueden tener sobrepeso e incluso obesidad. Si no se tienen en cuenta los factores emocionales estas dietas no serán efectivas a largo plazo, produciéndose muchas fluctuaciones de peso, y los distintos fracasos no harán más que acentuar más la sensación de indefensión y la baja autoestima.
Además de los problemas psicológicos que esto acarrea, con el tiempo van apareciendo desórdenes físicos asociados, entre los más frecuentes estarían la hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, problemas renales, cardiacos… y también puede producirse una pérdida del deseo sexual.
Como se apuntaba en un principio, al tratarse de un trastorno con un origen multicausal es necesario un abordaje multidisciplinar para poder aumentar las probabilidades de éxito en el tratamiento.
Es muy importante hacer consciente a las personas de la necesidad de pedir ayuda profesional cuando detecten estos patrones de sobreingesta compulsiva, sobre todo en un nivel temprano, para poder planificar una intervención personalizada y hacer más fácil la resolución del problema.