¿Sirve la fisioterapia para la ciática?
Son muchos los pacientes que nos preguntan si sirve la fisioterapia para la ciática.
Nuestra respuesta no puede ser más rotunda: definitivamente sí.
Los tratamientos de fisioterapia no solo sirven para tratar esta dolencia, sino que además están recomendados para mejorar toda la zona e incluso prevenir su aparición.
En este artículo te vamos a explicar qué es la ciática, sus síntomas, motivos por los que la podemos sufrir y razones más que suficientes por las que los tratamientos de terapia física son los más adecuados para mejorar este padecimiento.
Qué es la ciática
La ciática es una condición dolorosa que se produce cuando el nervio ciático está inflamado o sometido a presión, lo cual produce dolor.
Esta condición dolorosa es una radiculopatía que afecta, en un principio, a la zona lumbar de la columna.
Ahora bien, al ser el nervio ciático el más largo del cuerpo humano, su dolor suele extenderse a otras zonas del cuerpo.
Es muy frecuente que irradie también a otras partes de la anatomía como: los glúteos, las caderas, la zona alta de la espalda y en ocasiones el dolor puede incluso llegar a las pantorrillas.
Síntomas de la ciática
Los síntomas de la ciática a veces pueden ser complejos, ya que no siempre que alguien sufre de dolor en esas zonas que hemos comentado, puede realmente sufrir este tipo de dolencia.
Por ello es fundamental realizar una evaluación profesional al paciente para poder iniciar el tratamiento adecuado.
Por tanto, ahí entra en juego, tal y como hemos indicado, una evaluación profesional que será capaz de distinguir el problema.
Ahora bien, si piensas que puedes estar sufriendo esta afección, puedes comprobar en esta lista alguno de los síntomas más comunes de la ciática.
Dolor
Como es lógico, el dolor es el primer síntoma que nos alerta de que algo no está bien.
Cuando comienza, puede pasar por distintas fases y ser extremadamente intenso o incluso un dolor sordo.
Su localización se encuentra en la zona lumbar, pero como hemos indicado más arriba, se puede extender de manera frecuente a las caderas, glúteos y piernas.
En ocasiones, la afección es intermitente y en los peores casos, se alarga en el tiempo y es continua.
Por otra parte, puede concentrarse en solo un lado o en ambos lados a la vez.
El dolor puede agravarse en momentos de inactividad o cuando la persona que lo sufre está sentada.
Debilidad
La debilidad en las piernas es otro síntoma habitual de la ciática.
Aparte, también es normal sentir entumecimiento u hormigueo.
Dentro de este síntoma, podemos incluir la pérdida de fuerza que va desde la cintura hasta las piernas debido a la atonía que causa la presión sobre el nervio ciático.
Pérdida de sensibilidad
En ocasiones se puede llegar a perder la sensibilidad de manera parcial en la cadera o piernas.
Quemazón
Otro síntoma común es sentir quemazón o ardor en la zona afectada.
Todos estos síntomas son frecuentes de esta afección.
Sin embargo, para hacer un diagnóstico eficaz y contrastado, aparte de la evaluación de los profesionales, se recomienda hacer uso de pruebas médicas como estudios de imagen, entre otros, para despejar cualquier duda.
Motivos por los que podemos sufrir ciática
Los motivos por los que podemos sufrir ciática pueden tener diferentes orígenes.
Sabiendo que esta afección se sufre cuando existe un pinzamiento en el nervio ciático, es vital conocer el motivo.
Entre las causas más habituales nos encontramos con:
Hernias de disco
Uno de los motivos más habituales que provocan la ciática es tener una hernia de disco.
La protrusión del disco puede ejercer una presión en el nervio ciático, lo que da paso a la irritación y posteriormente dando lugar al dolor.
Degeneración articular
La degeneración articular también es una causa frecuente en la ciática.
Se produce principalmente debido a la edad (aunque la mayor parte de personas no sufre sus consecuencias) y el dolor está causado por: producción de osteofitos asociados a la misma degeneración o liberación de sustancias químicas que acaban produciendo inflamación.
Espolón óseo en la columna
Un espolón óseo es una protuberancia que se origina en la columna vertebral o incluso en los discos vertebrales.
Ello provoca presión y puede dar lugar a la ciática, al irritar el nervio.
Lesiones
En otras ocasiones, se originan lesiones debido a una mala postura o esfuerzo excesivo continuado a lo largo del tiempo.
Fisioterapia para la ciática
La fisioterapia para la ciática es uno de los mejores tratamientos a la hora de mejorar y prevenir esta dolencia.
Existen diversas acciones y siempre se aplicará la que más se adapte a las necesidades del paciente.
Esto se debe a que, dependiendo del grado del dolor del paciente, se tendrán que aplicar distintos tratamientos.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que cuando la zona está muy afectada, probablemente haya que tomar, primero, medicación y luego ya empezar con las técnicas de fisioterapia.
Algunas de las que mejores resultados dan:
Terapia manual
Con la terapia manual, el fisioterapeuta mejora la movilidad articular y ayuda a desinflamar la zona.
Aplicación de equipos especializados
En ocasiones, se recomienda hacer uso de equipos especializados para tratar la zona local de manera poco invasiva.
Los ultrasonidos, las ondas de choque radiales, o diferentes corrientes son muy eficaces.
Existen otro tipo de tratamientos de fisioterapia, pero estos son algunos de los más extendidos.
Beneficios de la fisioterapia para la ciática
Los beneficios de la fisioterapia para la ciática están más que demostrados.
Alrededor del 90 % de los pacientes que acuden a terapia física, consiguen buenos resultados con pocas sesiones.
Los más destacados son:
- Reducción y/o eliminación del dolor.
- Fortalecimiento de la zona tratada.
- Mejora postural.
- Prevención de la dolencia a través de ejercicios.
- Disminución de la presión en el nervio ciático.
Si buscas servicios de fisioterapia en Asturias porque constantemente sufres ciática y quieres empezar a mejorar tu calidad de vida, en Clínica Élite te ayudaremos a tratar tu dolencia.
Y recuerda, siempre puedes acceder a tratamientos preventivos para no volver a sufrir más.