AVANCES EN “BRUXISMO”, EL ARTE DEL DETERIORO, SEGUNDA PARTE
Dentro de la odontología, los estudios basados en la evidencia, nos han ido arrojando datos sobre un problema que inunda cada día y con mayor frecuencia a la población, “el Bruxismo”.
Al hablar sobre este tema que he abordado anteladamente, “Bruxismo, el arte del deterioro” (primera parte), donde expongo su conceptualización, los problemas más comunes ocasionados, como el tratamiento multidisciplinar de primera elección… ahora abordo los últimos estudios sobre el tema, avances con los que se cuenta para tal alteración.
Los músculos masticatorios contracturados, piso de boca, cuello anterior o posterior, hombros, espalda; a la presión salta el dolor en determinados músculos, apretar, rechinar los dientes, piezas dentales con ciertos deterioros característicos, incluso si utiliza algún tratamiento para el bruxismo… Si presentas algunas de estas situaciones, no apartes los ojos de este artículo, esto es totalmente relevante para ti, aportando información fundamental.
Los músculos pueden presentar dolor de tres formas principalmente, el primero, dolor espontáneo. La musculatura duele sin razón aparentemente en muchas ocasiones; el segundo caso, se presenta el dolor o lo detectamos cuando presionan o presionamos nosotros mismos en el músculo o músculos afectados, localizándolo ya sea, justo en el punto de la presión, también en forma irradiada o se presenta el dolor en una zona más alejada de la que se está manipulando, aparentemente no relacionado. Estas contracturas llamadas puntos gatillo (trigger points), son dolores miofasciales, en muchas situaciones suelen ser causados por sobrecargas de forma aguda o crónica.
En el caso del bruxismo, se presenta una sobrecarga por una fuerte contracción o tensión muscular de forma involuntaria como generalidad, por períodos de tiempo prolongados. Hablando incluso de varias horas al día, en forma repetitiva en meses como en años. También generada en períodos de determinados ejercicios. Estas tensiones musculares producen fatiga en dichos tejidos más rápido, la relajación es más retardada con altas probabilidades de alterarse nuevamente con frecuencia.
El gasto energético es mayor, la productividad muscular es inadecuada e insatisfactoria la función de los músculos, que conlleva a un desgaste excesivo, dolor, donde el sistema nervioso no controla adecuadamente la fisiología del tejido muscular, convirtiéndose en una situación crónica, etiología (causas) que ya he mencionado en: Bruxismo, el arte del deterioro.
INVESTIGACIONES RECIENTES
Pero es importante marcar una diferencia entre el bruxismo nocturno y el diurno (vigilia, bricomanía), se produce por determinados problemas psiquiátricos, como psicosociales ejemplificando éste último como son el estrés, hostilidad, depresión, ansiedad, fobias, enfermedad de Parkinson, entre otras; también con determinada medicación que inhibe la serotonina.
Se ha ido concluyendo en las investigaciones recientes, que el bruxismo nocturno se debe a una alteración del sistema nervioso central, ya que se presenta un trastorno del sueño llamado parasomnia. Sucede durante el sueño, presenta lapsos efímeros de desvelarse sin alterarse el sueño en forma relevante, sin llegar a la vigilia.
La parasomnia se caracteriza por movimientos anormales, sueños y percepciones durante los momentos que se va quedando la persona dormida, son despertares en forma parcial entre las fases de sueño NMOR (Sueño sincronizado, sueño sin movimientos oculares rápidos, No REM en inglés –NREM–) y vigilia o vigilia y sueño MOR (Sueño de movimientos oculares rápidos, sueño desincronizado, sueño paradójico –REM–, en inglés). Entre las más comunes son las de somnambulismo, terrores, enuresis y bruxismo nocturno; asociadas a agentes neuroquímicos, biológicos y fisiológicos, incluso, algunos afirman que hasta elementos genéticos. Otras causas son alteraciones oclusales, morfológicas y elementos psicosociales de los que ya he mencionado, más ciertas adicciones que influyen en el problema, como el tabaco.
EL DIAGNÓSTICO
El diagnóstico va desde cuestionarios, exámenes de imagen, examen de los músculos fasciales, exploración del estado de los tejidos bucales y con daños encontrados, explorar la ATM (articulación temporomandibular) comprobando su estado, que también puede verse comprometido; como elementos complementarios puede utilizarse la polisomnografía (PSG) y la electromiografía (EMG) proporciona datos de la actividad muscular.
TRATAMIENTOS
El tratamiento más adecuado es multidisciplinar, consiste en restaurar los daños provocados por el bruxismo en los tejidos, el uso de férula adecuada en cada caso. Considerando que el problema nocturno es un factor neurológico y el diurno psicosocial, en la cual, en muchos casos, el paciente padece una combinación de ambos, donde puede estar agravando o contribuyendo la administración medicamentosa, el tabaquismo.
Conociendo los por menores, el tratamiento que aconsejo es la reparación de los daños provocados por el bruxismo en la cavidad oral, elección del dispositivo bucal adecuado según el caso, si hay que reprogramar la musculatura, procedimientos relajantes, ejercicios, fisioneuroterapia (masajes, ejercicios, relajación, imaginación), medicamentosa. Es imprescindible individualizar el tipo de férula para cada paciente. Se han realizado estudios con distintas medicaciones precursores de neurotransmisores, metabólicos y agonistas de receptores de dopamina, inhibidores de DOPA (descarboxilasa), antidepresivos.
A pesar de todo ello, la acción medicamentosa, aunque en algunos casos es favorecedor, en otros, no muestra resultados positivos como se esperaban, en realidad, en la actualidad, en dichas investigaciones, no se puede considerar aún que sea las medicaciones adecuadamente probadas para el tratamiento del bruxismo.
Se recomienda cambio de ciertos hábitos como reducción o eliminación del alcohol, tabaco, lo cual tampoco tiene de momento evidencia en la eficacia. Sin embargo, hay otros tratamientos complementarios recomendados, fueron la relajación muscular progresiva, biofeedback nocturna, recreación; sin embargo, no se obtuvo resultados satisfactorios comparativamente con relajación muscular consciente, ejercicios mandibulares, la efectividad de la hipnoterapia, entre otras, logrando reducir en forma importante el efecto del bruxismo.